La industria de alimentos para animales se ha visto continuamente afectada por la doble epidemia de peste porcina africana y COVID-19, y también enfrenta el doble desafío de múltiples rondas de aumento de precios y una prohibición total. Si bien el camino a seguir presenta dificultades, la industria ganadera también promueve activamente su propia transformación y modernización, impulsando conjuntamente el desarrollo de la industria. Este artículo analiza principalmente cómo mejorar la actividad de las enzimas digestivas en el intestino de las aves de corral, promover el desarrollo intestinal y mejorar la estructura de la flora intestinal.
El tracto intestinal es un órgano importante para la digestión y absorción de nutrientes en las aves. La digestión intestinal se realiza principalmente mediante reacciones enzimáticas (exopeptidasa, enzima oligosacárido, lipasa, etc.). Los nutrientes de pequeño tamaño producidos por reacción enzimática atraviesan la capa epitelial intestinal y son absorbidos por las células intestinales.
El intestino también es una barrera natural para proteger a las aves de corral de los antígenos alimentarios, los microorganismos patógenos y sus metabolitos dañinos, y mantener la estabilidad del entorno interno. La barrera intestinal consta de una barrera mecánica, una barrera química, una barrera microbiana y una barrera inmunitaria para defenderse conjuntamente de la invasión de sustancias antigénicas extrañas. La barrera mecánica (barrera física) se refiere a las células epiteliales intestinales completas estrechamente conectadas entre sí; la barrera química está compuesta de moco, jugo digestivo secretado por las células epiteliales de la mucosa intestinal y sustancias antibacterianas producidas por bacterias parasitarias intestinales, que pueden inhibir o matar microorganismos patógenos; la barrera biológica está compuesta por la resistencia a la colonización de la flora intestinal residente a las bacterias patógenas y la acumulación entre bacterias; la barrera inmunitaria es el órgano linfoide más grande y el tejido linfoide relacionado con la mucosa importante. Por lo tanto, la cría es para criar el tracto intestinal, y garantizar la salud intestinal es la clave para una cría saludable sin resistencia.
El ácido tiene efectos de acidificación y bacteriostasis, y desempeña un papel importante en la crianza saludable de aves de corral. Los ácidos orgánicos comunes incluyen ácidos carboxílicos simples (ácido fórmico, ácido acético, ácido propiónico y ácido butírico), ácidos carboxílicos que contienen grupos hidroxilo (ácido láctico, ácido málico, ácido tartárico y ácido cítrico), ácidos carboxílicos de cadena corta que contienen dobles enlaces (ácido fumárico y ácido sórbico) y ácidos inorgánicos (ácido fosfórico) (sh Khan y j Iqbal, 2016). La acidificación y la capacidad bacteriostática de varios ácidos son diferentes, por ejemplo, el ácido fórmico tiene la capacidad bacteriostática más fuerte; Entre los ácidos por unidad de peso, el ácido fórmico tiene la mayor capacidad de suministro de hidrógeno; el ácido propiónico y el ácido fórmico tienen un fuerte efecto antimoho. Por lo tanto, al seleccionar el ácido, debe ser proporcionado científicamente de acuerdo con las propiedades del ácido. Una gran cantidad de estudios han demostrado que agregar preparados ácidos a la dieta puede mejorar y promover el desarrollo intestinal, mejorar la actividad de las enzimas digestivas intestinales, mejorar la estructura de la flora intestinal y ayudar a una reproducción saludable sin alimentos antijaponeses.
En conclusión, la preparación ácida es fundamental para garantizar la salud intestinal de las aves. Al aplicar y seleccionar el ácido, se debe prestar atención a la composición, la proporción, el contenido y el proceso de preparación para garantizar la seguridad, la estabilidad y el valor de los productos.
Hora de publicación: 13 de octubre de 2021